El poema de Parménides
Proemio (B 1)
(B 1 = Fragmento 1)
Las
yeguas que me transportan iban enviando tan lejos como el deseo alcanzaba,
pues me encaminaron guiando hacia la vía muy famosa
de
la deidad, [vía] que conduce al hombre que ha visto, de cara a todas las villas;
por
ahí era llevado, pues por ahí me llevaban las muy atentas yeguas
5 tirando del carro, mientras unas jóvenes
dirigían el camino.
El
eje en los cubos lanzaba un estridente silbido
ardiendo (pues dos ruedas bien torneadas lo apretaban
por
ambos lados) mientras se apresuraban a enviar
las
jóvenes Helíades, habiendo abandonado
las moradas de la noche,
10 hacia la luz, quitándose con las manos
los velos de la cabeza.
Ahí
están las puertas de los caminares de la
Noche y del Día,
a
ellas sostienen en sus extremos un dintel y un umbral de piedra;
etéreas ellas mismas, se llenan con grandes hojas;
de
ellas Díke (= la Justicia ),
la de muchos castigos, tiene las llaves que alternan.
15 Engañándola
con suaves palabras, las jóvenes
la
persuadieron hábilmente de que para ellas el pasador
asegurado
quitara pronto de las puertas; entonces éstas,
volándose sus hojas crearon un gran abismo
al girar alternadamente los ejes broncíneos en los goznes
20 ajustados con clavijas y pernos; por ahí,
en fin, a través de ellas,
derecho, fueron siguiendo las jóvenes el camino con las yeguas y el carro.
Y
una diosa me recibió acogedoramente; tomó mi mano
derecha con la suya, dirigiéndome la palabra de este modo:
¡oh, joven, compañero de inmortales aurigas,
25 que alcanzas nuestra morada con las yeguas
que te transportan,
alégrate!, pues ningún hado funesto te envía a volver
por
esta vía (que está apartada de los pasos de los hombres)
sino Thémis y Díke…
[A continuación, y abruptamente, el mismo
verso 28, en que se termina una lectura literal del relato, inicia un discurso de índole del todo diferente, pues se trata enseguida del discurso propiamente filosófico, aunque el texto anterior puede tener también una
lectura alegórica con sentido filosófico]
…Es necesario
que te informes de todo,
por
un lado, el corazón imperturbable de la Verdad bien redondeada,
30 por otro, las doctrinas de los mortales, que no contienen verdadera persuasión;
sin
embargo, estudiarás también éstas, porque las cosas que aparentan
era
necesario que fueran probadamente, al
atravesarlas todas de cabo a rabo.
B
2 (o fragmento 2)
¡Vamos, yo hablaré! Tú, en tanto, nutre el discurso tras haber escuchado
cuáles
son precisamente las únicas vías de investigación concebibles.
Una, que es [verdadera vía] y que no es posible que no exista,
es
un camino de persuasión (pues la
Verdad lo sigue);
otra, que no es [verdadera vía] y que es necesario que no lo sea;
5 te explico ser ésta un sendero por completo
desconocido,
ya
que ni podrías conocer lo que no es real (pues no se cumple)
ni
lo explicarías…
B
3
…pues lo mismo es
pensar y ser.
B
4
Mira
las cosas ausentes estar, no obstante, firmemente presentes al
pensamiento,
pues (éste) no separará lo que es de su estar
adherido a lo que es,
ni
dispersándolo todo por todas partes, según el orden (particular),
ni
reuniéndolo (según el orden genérico).
B
5
…me es igual
por
dónde comenzar, pues ahí mismo he de volver más tarde.
B
6
Es
necesario que decir y pensar lo que es, sea [verdadero], pues [esto]
es posible que ocurra,
pero [decir y pensar] la nada, no lo es; te exhorto a considerar estas
cosas;
de
esta primera vía de investigación <te aparto>,
y
enseguida de aquella otra que los mortales que nada saben
5 han forjado, bicraneados; pues la torpeza en sus
propios
pechos guía el pensamiento errante; son arrastrados
como sordos y ciegos, estupefactos, gente sin juicio,
para quienes el ser y no ser es considerado lo mismo
y no lo mismo; de todos es un camino que retrocede.
B
7
Pues
nunca se impondrá esto: que sean los no entes;
pero tú aparta el pensamiento de esta vía de investigación.
Ni te obligue la costumbre muy extendida a dirigir
por
esta (otra) vía una mirada perdida, un oído resonante
5 y una lengua (insensata); juzga más bien con argumentación la muy combativa refutación
por
mí pronunciada.
B 8
Aún queda un único discurso
de
la vía, puesto que es; (sobre ésta hay múltiples
señales); puesto que, siendo, es ingénito e imperecedero,
entero, de un solo género, imperturbable y completo;
5 no era ni será alguna vez todo junto, puesto
que ahora lo es,
uno,
continuo, pues ¿qué génesis le buscarás?
¿cómo y de dónde habría crecido? No te permito que “de lo que
no es”
digas ni pienses, pues ni decible ni pensable es
cómo no es. Porque ¿qué necesidad lo habría impulsado
Así, es necesario que por completo sea o no sea.
Tampoco de lo que de alguna manera es permitirá la firme persuasión
que se
genere algo a su lado; por lo cual
ni generarse
ni
destruirse permite la
Justicia relajando las ataduras,
15 sino que las mantiene; y el juicio en torno a
estas cosas está en esto:
es
o no es; pero, en verdad, se ha decidido ya, por
necesidad,
abandonar esta impensable e innombrable
(pues no es verdadera vía),
y en cambio, (seguir) esta otra de manera que avance y sea realmente
(una vía).
¿Cómo podría presentarse después lo que es? ¿cómo entonces podría generarse?
20 Pues si se generó, no es, ni es si está alguna
vez a punto de ser;
así, por cierto, la génesis se apaga, y también la incomprensible
destrucción.
Y no es divisible, pues es todo semejante;
ni algo mayor por allí, lo que le impediría ser continuo,
ni
algo inferior (por acá), sino que todo está lleno de lo que es;
25 así, cada cosa es continua, pues siéndolo,
se conecta con lo que es.
Por
otra parte, inmutable entre los límites de largas cadenas
está, sin principio y sin fin, pues la génesis y la destrucción
se
desviaron muy lejos, ya que los rechazó la verdadera persuasión;
al
permanecer lo mismo dentro de lo mismo, en sí mismo reside,
30 y así, firme, permanece ahí mismo, pues la
vigorosa necesidad
lo
contiene dentro de las cadenas del límite que lo aparta en torno;
porque no es legítimo que lo que es esté
incompleto,
pues no es carente de nada, ya que si lo fuera, carecería de todo.
Lo
mismo es el pensar y aquello por lo que hay pensamiento,
35 pues separado de lo que es, y en el cual
está expresado,
no
hallarás el pensar, pues nada es ni será
otra cosa pasando más allá de lo
que es, ya que el Hado lo ató
para que fuera entero e inmutable. Por ello sólo un nombre
será todo cuanto los mortales establecieron, persuadidos de ser una
verdad:
40 generarse y perecer, ser y no,
cambiar, a través, de lugar y alternar el color luminoso.
Y
después, pues hay un extremo final, es completo
por
doquier, semejante a la masa de una esfera bien redonda,
desde el centro, con igual impulso a todas partes, pues ni algo más
largo
45 ni algo más corto ha de presentarse por acá
o por allá,
pues
ni hay algo que no sea (claro), que le impida llegar
hasta lo igual, ni algo que, siendo (claro) a tal grado, esté siendo
por
acá más fuerte y por allá más débil, pues es todo inviolable;
pues igual a sí mismo por doquier, se encuentra así también entre los límites.
50 En esto termino para ti el confiable
discurso y pensamiento
en
torno a la verdad; a partir de aquí
unas opiniones mortales
estudia, escuchando el orden engañoso de mis palabras,
pues han dispuesto sus mentes para dar nombre a dos figuras (es decir, ¡a dos ideas!),
de
las cuales es necesario no (hacerlas) una ---en lo que andan extraviados---;
55 en cambio, las han distinguido como opuestas
y les han puesto señales
separadas unas de otras; por
ahí el fuego etéreo de la flama,
que
es favorable, muy ligero, por doquier igual a sí misma,
pero no la misma que lo otro;
y esto, en cambio, por sí mismo
lo
opuesto: noche oscura, cuerpo denso
y pesado.
60 Te expreso todo este ordenamiento semejante
a lo verdadero
para que no te rebase alguna vez algún juicio de los mortales.
B 9
Enseguida, puesto que todo ha
sido denominado luz y noche,
y
éstas, según sus respectivas capacidades, se han aplicado a estas
o a aquellas cosas,
todo está lleno conjuntamente de luz y noche oscura,
de ambas por igual, pues nada hay entre
ninguna de las dos.
B 10
Examinarás la naturaleza etérea y, en el éter,
todos
los
signos, y las acciones destructivas de la pura
y
luminosa antorcha del sol, y de dónde han provenido;
te
informarás también de las acciones recurrentes del ojo ciclópeo de la luna
5 y de
su naturaleza; pero examinarás también el cielo circundante
de dónde
nació, y cómo la Necesidad
guiadora lo encadenó
para que contuviera los límites
de los astros.
B 11
Cómo la tierra y el sol, y la luna,
también el aire común, la Vía Láctea y
el Olimpo
lejano y la fuerza ardiente de los astros fueron impulsados
a
nacer.
B 12
Los
(anillos) más estrechos están llenos de fuego sin mezcla
y
los siguientes, de noche, pero en medio se vierte una porción de llama,
y
en el centro de ellos está la deidad que
todo gobierna;
pues por todas partes comanda el odioso parto y la unión íntima,
5
enviando a la hembra a unirse con el macho y a la inversa,
al
macho con la hembra
B 13
Ideó a Eros como el primerísimo de todos los dioses.
B 14
Luz
ajena, iluminando nocturna, errante en torno a la tierra,
B 15
mirando
siempre con inquietud hacia los rayos del sol.
B 16
Pues
así como a cada momento se tiene una mezcla de miembros muy errantes,
así
se presenta el pensamiento a los hombres;
pues lo mismo
es
lo que piensa (y) la naturaleza de los miembros en los hombres,
en
todos y cada uno; pues el pensamiento está ensuciado.
B 17
Por
la derecha, a los niños; por la izquierda, a las niñas.
B 18
Cuando una mujer y un varón mezclan gérmenes de Amor,
la
virtud que se forma en las venas de sangre diferente
modela cuerpos bien creados, si se conserva la proporción;
pues
si en la semilla mixta luchan las virtudes
y no
logran la unidad en el cuerpo mezclado, cruelmente
atormentarán al sexo que nace de un germen doble.
B 19
Así,
según la opinión, estas cosas nacieron, y son ahora,
y
después, a partir de allí, habiendo crecido, llegarán a su fin.
A
cada una un nombre han impuesto los hombres, asignándolas.